
25 Nov Conducción sobre hielo y nieve
Con la llegada del frío, debemos incrementar las medidas de seguridad en nuestra conducción. Cualquier fallo o distracción si la calzada no se encuentra en perfectas condiciones puede provocar que tengamos un accidente. El fuerte frío que está azotando estos días y el agua que puede quedar en la carretera debido a la humedad, puede transformarse en hielo que se convierte en nuestro peor enemigo durante el trayecto.
A continuación os dejamos una serie de consejos sobre como conducir en condiciones adversas y fuertes heladas:
- Primero de todo, tener nuestro vehículo a punto, con los niveles de líquidos adecuados para evitar que sufra algún tipo de congelación.
- Los neumáticos, muy importantes si vivimos en zonas con fuertes heladas y nieve. Mejor si son de contacto para evitar tener que poner las cadenas en todo momento. Se recomienda de todos modos en zonas con bajas temperaturas llevar neumáticos mixtos o de invierno.
- Revisar que las luces están bien regladas y funcionando correctamente.
- Revisar las escobillas de nuestro limpiaparabrisas, ya que con los cambios bruscos de temperatura, puede provocar que se dilate la goma y no evacue de forma correcta el agua depositada en las lunas.
- Si vamos a dejar el coche a la intemperie, lo vamos a estacionar con los parabrisas levantados y taparemos los orificios con cinta aislante así como con la primera o la marcha atrás puesta para evitar que se queden pegados las pastillas de freno a los discos.
A continuación os dejamos una serie de consejos sobre como conducir ante posibles placas de hielo o suelo resbaladizo:
- Muy importante ver en todo momento la temperatura exterior a la que circulamos, ya que nos puede ayudar a anticiparnos ante las posibles heladas que nos podemos encontrar en la carretera.
- Si vemos que la temperatura exterior es muy baja y que corremos este riesgo, debemos aminorar la marcha y aumentar aún más la distancia de seguridad obligatoria con el coche que nos precede.
- Debemos circular con marchas altas entre 1200 y 2500 rpm máximo ya que no queremos que nuestro vehículo se revolucione para evitar que nuestras ruedas traseras o delanteras, dependiendo de la tracción que tengan giren con demasiada fuerza.
- Si cuando frenamos vemos que nuestro coche sobrevira en exceso o nos «culea» tenemos que, dependiendo de la tracción de nuestro coche girar el volante de una manera u otra. Si nuestro coche es tracción trasera o delantera, tenemos que hacer la maniobra del contravolante, mientras que si tiene tracción a las 4 ruedas, tenemos que seguir girando en la misma dirección que la dirección que llevamos.
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