
Uno de los mayores problemas en las carreteras Españolas es la conducción bajo los efectos del alcohol o el uso correcto de los elementos de seguridad de nuestro vehículo.
En 2017, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas que los agentes de la ATGC realizaron en vías interurbanas. A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales y autonómicas en su ámbito de actuación.
Desde la DGT apuestan por aplicar las recomendaciones europeas e incrementar los controles.
Los análisis de toxicología de los últimos años revelan que los hábitos de consumo siguen invariables en la última década, pese a las campañas de publicidad y las sanciones.
Según el Observatorio Europeo de Seguridad Vial el 25% de las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5gr/l o más de alcohol en sangre
El alcohol y las otras drogas no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, sino que también suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas.
El alcohol multiplica el riesgo de accidente por cinco por encima del límite legal, y por más de 100 cuando se sobrepasa el límite penal (1,2 gramos de alcohol por litro de sangre).
A continuación os informamos de las tasas máximas del alcohol permitidas para conducir: