05 Feb La aleta del coche
Hoy damos respuesta a una curiosidad. La utilidad de un elemento accesorio (que no aleatorio) común en muchos vehículos: la aleta del coche. Pese a que estéticamente le da un toque atractivo y ayuda a la aerodinámica, no es la única razón para que esté ahí, cumple una función específica.
Origen
El germen de este curioso elemento tiene lugar en la década de los 60. Desde sus inicios, se asoció a los vehículos deportivos y de competición, ya que en ese momento la utilidad de la aleta se centraba en el componente aerodinámico, combatiendo al viento y dotando de mejor rendimiento y velocidad a los vehículos que la llevaban.
A día de hoy su uso se ha democratizado, aunque sigue estrechamente relacionado a la velocidad, la potencia, lo esbelto y ubérrimo.
Función
Al margen de la estética, la aleta del coche (del techo del coche, concretamente) esconde una función que seguro que no todo el mundo conoce. La ubicación ayuda a su utilidad, pues la aleta guarda en su interior tanto la antena de radio como la del GPS. Una posición elevada en el exterior del vehículo es perfecta para la buena recepción tanto de la señal de emisoras como de radar.
Además, a diferencia de la antena clásica, la aleta es una pieza de difícil sustracción. Sus materiales y tamaño hacen muy complicado cualquier intento de robo, por lo tanto, supone una buena opción siempre y cuando encaje con la fisionomía de tu modelo de coche. O no. Arriesga si quieres, sé original. Quien no arriesga no gana.
En la inspección técnica a tu vehículo podrás seguir descubriendo curiosidades sobre otros elementos, todos importantes, que ayudan y mejoran el comportamiento de tu automóvil. Pide cita previa ITV en cualquier de nuestras estaciones Applus+ y compruébalo.
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