17 Sep El proceso de fabricación de vehículos: ¿puede ser una actividad 100 % limpia?
Ante el problema de la huella de carbono, varios fabricantes están buscando formas de hacer que sus procesos de fabricación de vehículos sean más limpios y respetuosos con el medioambiente.
El uso de energías renovables, el reciclaje de materiales y los estanques de tormentas son algunas de las medidas que están tomando en sus plantas de producción.
Y es que, para valorar si un vehículo es o no contaminante, debemos fijarnos también en su proceso de fabricación y no solo en la huella de carbono que deja a lo largo de su vida útil.
EL CONSUMO DE AGUA EN EL PROCESO DE FABRICACIÓN DE VEHÍCULOS
El agua se usa en muchas etapas de la fabricación, desde la refrigeración de la maquinaria hasta la pintura. Esto hace que, por cada coche fabricado, se consuman aproximadamente 3750 litros de agua dulce, la cual podría usarse para el consumo humano.
Por ello, ya hay fábricas que cuentan con estanques de tormentas para recoger y utilizar el agua de lluvia. Además, el agua desechada en los procesos se depura en una planta de tratamiento asociada a la fábrica, para así poder reutilizarla.
LA ELECTRICIDAD USADA PARA LA PRODUCCIÓN DE VEHÍCULOS
Otro frente es el de la electricidad, que se consume en las plantas en cantidades ingentes. Así, para evitar el uso de energía eléctrica producida en las centrales térmicas, los fabricantes están instalando placas solares en las fábricas.
De esta forma, pueden generar la electricidad necesaria para la producción, más teniendo en cuenta el gran tamaño de las fábricas y el espacio disponible para la instalación de las placas solares.
LOS PROVEEDORES DE COMPONENTES
Además de los fabricantes, los proveedores de componentes también se están sumando a los esfuerzos para reducir o neutralizar las emisiones de dióxido de carbono.
Las soluciones que aplican son similares a las de las fábricas de vehículos: depuración y reutilización del agua, instalación de paneles fotovoltaicos, etc.
Sin embargo, en el caso de los proveedores, el transporte de los componentes también es una cuestión importante. La logística pasa por el uso de camiones movidos con gas natural y de ferrocarriles eléctricos.
¿UNA FABRICACIÓN LIMPIA DE VEHÍCULOS?
Con las medidas que hemos visto (y los futuros avances tecnológicos), es posible reducir al mínimo la contaminación generada en el proceso de fabricación de los vehículos.
No obstante, sería necesario compensar esa mínima parte que escape del circuito limpio de fabricación; por ejemplo, mediante la reparación de las áreas dañadas o la plantación de masas forestales.
Algunos fabricantes ya han recibido el certificado de factoría ecológica en algunas de sus plantas. La tendencia es buena y, a corto o medio plazo, serán más instalaciones y más fabricantes los que se unan a la producción ecológica de vehículos.
Fuente: El País
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