Las pruebas en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) son ese examen al que todo conductor tiene miedo a enfrentarse, pero que inevitablemente deberá superar si desea seguir circulando. Los coches que se usan a nivel particular deben pasar dos veces la inspección hasta los diez años de antigüedad del vehículo. Una vez alcanzada la década, la cita será anual. Turismos, furgonetas y otros transportes que se utilicen en el ámbito profesional deben pasar la ITV de manera más frecuente.